A los veintid s a os, sospechando que ten an el tiempo contado, Ichimei y Alma se atragantaron de amor para consumirlo entero, pero mientras m s intentaban agotarlo, m s imprudente era el deseo, y quien diga que todo fuego se apaga solo tarde o temprano, se equivoca: hay pasiones que son incendios hasta que las ahoga el destino de un zarpazo y aun as quedan brasas calientes listas para arder apenas se les da ox geno.
Howard Binkow
100.44 Lei
Manlio Argueta
66.68 Lei
Gillian G. Gaar
195.30 Lei
Gertrude Chandler Warner
535.01 Lei